En las lejanas montañas del lejano Oriente, existía una mujer de Grandes Cualidades; esta mujer poseía un don el cual era comunicarse con todos los elementos de la Naturaleza entre los cuales incluían: el agua, el suelo, el aire, sin mencionar a los animales, al mismo tiempo obtenía energía de ellos, así que cuando uno de estos era dañado, ella se debilitaba y sentía un gran vacío en el espíritu, su nombre era Amanda.
Cierto día cuando las flores lucían bellos colores, Amanda decidió ir a explorar el mundo, así fue a la casa del señor Loro, pájaro de hermosos plumajes y le pregunto si quería acompañarla, el señor loro como tenía mucho tiempo que no salía de su árbol la acompaño a su gran viaje. Caminaron mucho recorrieron bosques, desiertos y mares, juntos lograron vencer muchas adversidades y enfrentar muchos peligros como: altos precipicios, montañas empinadas y casi un perro salvaje se come al señor Loro.
Pasaron días y noches enteras desde que empezaron su gran viaje pero, cierto atardecer observaron en la profundidad del horizonte una brillante luz, era la gran ciudad, Amanda quedo perpleja de las brillantes luces que ofrecía ese lugar, pero observaron detenidamente aquel sitio fantástico y dijeron.
- ¿Cómo pueden vivir así? Sin el dulce calor del sol abrazando sus cuerpos, sin la dulce brisa tocando sus mejillas y sin la presencia de un árbol de roble.
Amanda sufrió tanto al ver esto que corrió tan rápido como pudo, pero, llega un momento en que se agotó y cayo desmayada al suelo, el señor loro al ver este acontecimiento voló en su auxilio e intento levantarla pero pesaba demasiado para un pobre pájaro así que se quedo esperando a que despertara, paso una hora, dos horas, tres horas y Amanda no despertaba, así que, busco ayuda en otro lugar pero la búsqueda fue en vano, al verse el señor loro en esta situación, busco ramas secas para cubrir a Amanda y pasar la noche.
Al día siguiente Amanda mejoro y se levanto de las hojas secas y quiso regresar a su hogar en la montaña, camino hacia el Norte, luego al Sur, un poco al Este, entonces dijo.
- Estoy perdida.- Pero no pierda la Esperanzas, recuerda que es lo ultimo que se pierde, dijo el señor loro.
-Tienes razón señor loro- respondió Amanda; levantándose de un brinco.
En ese instante vio un riachuelo en el terreno donde durmió y se acerco y habló con el agua.
- Hola agua, disculpa que te moleste, pero me podrías señalar el camino por donde vine.
En ese momento, el agua se levanto en forma de mano señalando con el dedo índice hacia el frente, Amanda muy agradecida se despidió y le dio las gracias al agua.
Así que siguieron por el camino indicado por el agua y lo peor fue que en el camino, se encontraron con a un Ogro de diez metros de alto y muertos de miedo, Amanda y el señor loro corrieron y volaron hasta llegar a una cueva, en donde Amanda llamó al viento del Sur, para levantar una nube de polvo y segar al mostró por unos instantes, y ellos escapar de esa gran molestia, y así fue como pudieron librarse de aquel gigante o por lo menos eso creían, casi llegaban a la montaña cuando el gigante venía furioso con un mazo en la mano por la nube de polvo que lo había segado; cuando Amanda se apresuro a esconderse en su casa, se dio cuenta que no podía con la velocidad del mostró, y el tormentoso ruido que producía al correr, y tuvo que utilizar su don de nuevo, así que le pidió ayuda al suelo y le dijo:
- ayúdame por favor.
En ese instante se abrió la tierra en dos, tragándose el al mostró, y cerrándose para no dejarlo vivir. Luego de todas estas aventuras Amanda tenía una gran interrogante la cual era por que podía hablar con todos estos elementos. Así que dijo con voz de desesperación:
- Invoco a todos los elementos de la tierra, para me digan cual es el secreto que me están ocultando ¿Quién soy yo?
- No te imaginas, eres nuestra madre. La madre Naturaleza, contestaron los elementos, AGUA; SUELO Y AIRE.
Amanda quedo perpleja de la respuesta que le ofrecieron los tres elementos; pero allí sin dejarla decir una sola palabra le dijeron a Amanda la cruda verdad, le confesaron que ella era una creación de la Madre Tierra y que para la acompañaran creo a sus tres hijos, los elementos, al contarle esto a Amanda, ella quiso unirse a sus tres hijos pero, antes pensó en despedirse del señor loro y así lo hizo.
Fin.